Sépanlo todos aquellos a quienes se acerque este texto, sea por circunstancia o por voluntad, tienen un significado para mi.
Ha cierto tiempo aprendí lo relevante de dejar constancia sobre lo remarcable en la vida, hechos que tocan fibras sensibles y se quedan ahí, crean precedentes y se convierten en puntos de referencia para la formación, crecimiento y proceso de maduración del criterio, pensamiento y acción de uno como persona.
Por costumbre y dado que no puedo abstraerme de que el fin de un año es un evento importante en la vida de nuestra sociedad, decido comunicarles mi sentir respecto a lo que este periodo de tiempo ha dejado en nosotros, como compañeros que nos ha tocado ser de fragmentos de vida.
Risas, bromas y burlas compartimos. Caminos con frío abrasador y manos agitadas. Soles quemantes y rutas aburridas. Saludos sinceros y abrazos convencionales. Despedidas temporales y otras más duraderas. Días que fueron los últimos y los primeros. Desencuentros, lejanías, malos y buenos entendidos. Comprensiones y sentimientos que no pudieron expresarse más que con abrazos fuertes, miradas brillantes o sonrisas esbozadas. Retardos desesperados y esperas comprensivas.
Sépanlo: Las etapas que han decidido cerrar y otras comenzar a mi lado, todas forman parte de mí. No dejan de estar donde nos hemos visto, escuchado, recordado y pensado. Aún cuando cualquier circunstancia efímera o más presente, pueda hacer creer que acude el deseo a ello. A pesar de todo, son indelebles en mi.
Sépanlo en el momento en que yo sé mi papel actual y futuro en este mundo, el que seguiremos compartiendo desde el mismo sendero o uno distinto.
Sinceramente
Carlos Federico Luna Martínez
viernes, diciembre 31, 2010
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