miércoles, septiembre 23, 2009

Miedo

La imágen básica es:

Camina por las escaleras, de la azotea hacía abajo, sintiendo en la espalda una gran presión que provoca la refinación de sus sentidos. Así escucha sonidos muy tenues o puede sentir el aire como el cuchillo más afilado en el rostro o ver con mucho más detalle lo que se oculta en la oscuridad. Además, un cosquilleo recorre toda su cuerpo por detrás, como si lo estuvieran siguiendo. ¿Quién ó quiénes?

No hay respuesta precisa, así que la necesidad mental por aclarar todo, le envía referentes más cercanos a lo que podría provocar esto: la adaptación de personajes imaginados por lecturas o vistos en películas, la ilustración de lo malo. No rebusca tanto, así que se dan cita Freddy Krueger, Samara Morgan, Charles Manson y otros personajes reales o ficticios.

Después llega un momento de reflexión, antes de "estar a salvo", antes de cruzar el umbral de la puerta y entrar donde hay luz. ¿En realidad sus sentidos se vuelven más agudos? Sí, pero es un efecto natural provocado por la adrenalina que corre por todo su cuerpo cuando siente peligro cerca.

El asunto interesante no es lo que siente, sino el por qué, el motor de las detonaciones de adrenalina, la necesidad de sentirlo, en su caso. ¿Aquéllas imágenes se generan voluntariamente, las sensaciones también, o es algo fuera de control?

De cualquier forma, con todo y el miedo encima, nunca se detiene ni sucumbo ante las amenazas imaginadas, siempre continúa caminando, como si en verdad no estuviera siendo perseguido sino escoltado.

miércoles, septiembre 02, 2009

Revoluciones

I
El orden no es una característica del ser humano, es un hecho. Gran parte del tiempo se va en querer dar coherencia a los eventos que suceden en la vida. Las revoluciones son el mejor ejemplo.

La Historia puede mejor ilustrar esto.

Sin embargo, nunca deja de suceder y eso es lo importante. Cambiar de lugar lo que hacemos y quienes en ello participan. Ahora se presentan nuevos horizontes en comparación con años pasados y me encuentro entre dejar que las cosas sucedan o hacer que sucedan las que deseo. Lo cual define, en más de un sentido, el tipo de persona que uno es.